"No me cansaré de repetirlo, Valencia es mágica y tiene uno de los mejores maratones del mundo"

VALÈNCIA. Tariku Novales es ya el mejor maratoniano español de la historia. Con su brutal marca de 2:05:48 este pasado domingo en el Maratón de Valencia Trinidad Alfonso es el nuevo récordman nacional, el primero en bajar de la barrera de las 2:06. Y lo hizo en una carrera que, a su juicio, "es la mejor del mundo". El hispano-etíope -nació en África pero fue adoptado hace 21 años por una pareja gallega- no ha corrido otra de las pruebas más veloces del planeta, como el Maratón de Berlín, pero se remite a unas declaraciones de Kenesisa Bekele justo antes de antender a Plaza Podcast: "Él dice que es una de las mejores que ha corrido, y mira que ha hecho maratones... A mí me parecería muy complicado encontrar una prueba más rápida que esta", cuenta Tari. 

Se le cayeron las liebres antes de lo previsto y tuvo que apretar los dientes. Asumió tal responsabilidad y se ayudó con el francés Mehdi Frere para reventar en 37 segundos la plusmarca nacional que ostentaba Ayam Lamdassem desde febrero de 2022, en Sevilla. Así que, un atleta partidario de alcanzar el medio maratón en cohete, lo hizo temiendo, de alguna forma, que el ritmo de récord le pasara factura. No solo no ocurrió tal cosa, sino que, después de cumplir su promesa de pulverizar números, llegó a meta y advirtió de que lo mejor está por llegar. 

Lo que también advirtió el nuevo plusmarquista es de que necesita más ayuda de la Real Federación Española de Atletismo (RFEA). Hoy, escribir en Google "Tariku Novales" arroja miles de titulares por su "rajada" al respecto de sus propios esfuerzos económicos por preparar el Maratón de Valencia. "Si viérais mi cuenta, os daría la risa", dijo el atleta con sus Adizero Adios Pro EVO 1 -las nuevas exclusivísimas zapatillas de Adidas de un solo uso- atadas al cuello. Para que se viera bien la firma alemana, porque Tariku valoró ese apoyo y reclamó más de la RFEA, aunque asegura en esta casa que ya se han acercado posturas para no solo rebajar marcas, sino también la tensión.